6.26.2010

La vale me llamó para que saliéramos a comer afuera. Decidimos ir a mi restaurant secreto favorito de sushi. Pedimos 5 gyosas de camarón y 6 de cerdo, más un roll de camarón, queso y palta envuelto en palta. Yo tomé un jugo de chirimoya y ella una copa de vino tinto. Estábamos rebalsadas. Subimos al auto y me dio el antojo dulce. "VAMOS AL BRAVISSIMO" le dije, y ella aceptó cerdamente. La Vale pidió un cheesecake de frambuesa y yo un panqueque con arándanos, moras, frambuesas, crema, salsa de frutilla, helado de chocolate chips y de menta chips.
Cuando estábamos muriendo e intoxicándonos con xenical por la culpa, el mesero llegó con otro plato y nos dijo "Por error hicieron este panqueque y se lo traigo de regalo, lo toman o lo dejan". La Vale respondió "Lo deja, pero acá".
El postre tenia helado de chocolate, pasas al ron, almendras y un panqueque con manjar. Era muy cerdo, con la vale no dejabamos de repetir "SOY CAPAZ".
A la vuelta eramos un par de bolas asquerosas. A penas podíamos respirar.
Esa fue mi aventura culinaria de hace menos de media hora. Estoy muriendo, mañana saldré a trotar hasta el infinito para bajar todo este helado de mi organismo. He aquí las fotos de los postres del infierno.

No hay comentarios: